Dejar atrás el pasado, vivir el presente y no preocuparte del futuro sí es una buena opción.


Hay que dejar que todo fluya, poco a poco.








domingo, 3 de febrero de 2013

Eh tú, que aún te quiero.

Sigo siendo la misma chica que tarda dos horas en arreglarse un viernes para salir, la que nunca sabe que ponerse, y que cuando lo tiene decidido lo último en ponerse sea tu colonia favorita, la de vainilla ¿te acuerdas de cómo se te quedaba ese intenso olor en tu cama? Sigo bebiendo Barceló con naranja aunque todo el mundo diga que es malísimo y la mayoría beba whisky; la que baila hasta que se tiene que ir a casa incluso cuando la están matando los tacones pero que se sienta en cualquier sitio que encuentra; cada vez compro zapatos más altos, para dejarte cada vez más pequeño y poder acercarme más a tus labios y besarte; sigo soñando con ir a Italia y recorrer cada uno de sus pueblos en coche. A veces, te vuelvo a buscar entre la gente, esperando que aparezcas y me veas, que nuestras miradas coincidan sin querer queriendo, y me digas ¡cuánto tiempo! !Estás preciosa!
Que esa noche sea por fin nuestra, que me digas vámonos a un sitio más tranquilo y allí hablar de todo y de nada, y llenarte de todos los besos que te debo hasta que me tenga que ir y prometernos que al día siguiente será diferente, que me hablarás para decirme que necesitas verme.

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