No se trata de ir por la vida con una sonrisa de oreja a oreja para demostrar que eres feliz, se trata de reír sin darte cuenta, de soñar despierta y no acordarte después, de jugar con fuego, quemarte, y aun así reír, porque es lo único que puedes hacer, esa sonrisa que se convierte en carcajada en menos de un segundo, y que más tarde, llegará a formar parte de esos momentos irrepetibles que componen tu felicidad.
-No te preocupes por lo que piensen los demás, actúa según el momento, que para arrepentirse tenemos toda la vida, pero ese momento es para disfrutarlo y convertirlo en recuerdo, solo si tú quieres.
El equilibrio dicen que está en el punto medio, pero yo aún lo le encontré, mientras tanto, voy jugando a descubrir lo que me depara el futuro.
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